martes, 5 de julio de 2011
UN RÍO DE HIELO
Ya conté de mi afición por el andinismo. Mi papá me alienta en ello, porque él también lo practicó.
Hace unos días justamente, me comentó algo que yo quiero contarte, si te gusta ese deporte como a mí.
Me dijo que siendo joven participó de una expedición a un glaciar; -¿glaciar?- dije yo. Y me asombró cuando me explicó que se trataba de un verdadero río de hielo.- Sí - aclaró - la nieve que se va concentrando en la base de los cerros se va convirtiendo en hielo, éste a su vez desciende muy lentamente por la cañada, arrastrando rocas de diversos tamaños y desgastando su cauce.-
" La baja temperatura no deja que esa lengua de hielo se funda y continuamente se le va agregando más, lo que la va empujando. Debido a que el glaciar siempre se mueve, no es compacto, se rompe en profundas grietas muy peligrosas cuando se lo transita, si no se cuenta con un guía experimentado."
" Cuando el glaciar toma contacto, por la baja altura, con suelos más tibios empieza a fundirse por su base y a ser detenido por el dique de rocas que empujaba, se forma así una débil galería por la que va escurriendo lentamente el agua, que poco a poco va formando torrentes."
" Estos torrentes llegan al río y de éste a arroyos que riegan el valle."
Al final de tan amena exposición comentamos con papá, la de espectáculos maravillosos con que nos asombra nuestra cordillera.
Alfredo Vicente
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