martes, 31 de enero de 2012

¿TRIGALES EN TUNUYÁN?

En los inicios del poblamiento de Tunuyán, las primeras Estancias se fueron fraccionando en lotes más pequeños llamados fincas. Y ellas se pensó en destinarlas en las producciones más adecuadas que por tradición española, la mayoría de ellas optó por elegir el trigo.
Este cultivo funcionó muy bien en los primeros tiempos pues el riego que exigía el mismo era suficiente para todo lo cultivado (otras regiones trigueras tienen lluvias temporarias, no así en Tunuyán). Estos riegos podían ser a manto o por surqueado.
En este exitoso período no solo se lo exportó embolsado a otros lugares del actual Cuyo sino que también se implementó la molienda, o sea convertirlo en harina. Para esto último se construyó un adecuado molino junto a la primaria entrada al distrito El Totoral, cercano a la posta de Francisco Delgado (que hoy llamamos la Casa de los Villanueva).
Ese molino fue fundamental en la época pues surtía la demanda local con eficiencia, hasta que pasó lo que se temía, la acuciante exigencia de agua para otras necesidades y que dejó de ser rentable para el trigo, por lo dejó de cultivarse dando paso a la agricultura, frutales y otros que exigían menores extensiones y riegos turnados.
El molino fue demolido entonces y solo queda de él la recordatoria en una poesía del tunuyanino Bruno Coria que aquí me tomo el atrevimiento de transcribir.
VIEJO MOLINO DE TUNUYÁN (Bruno Coria)
Fuiste del pueblo sustento-cual si fueras monumento-a un costado del camino,-te alzabas viejo molino-y hoy tan solo sos recuerdo.-Con el correr de los años-perdurará tu leyenda-y todo aquél que comprenda-lo valorable que fuiste,-ha de sentirse muy triste- al recordar tu existencia.

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