Después que nuestra cordillera surgiera, las aguas de deshielo que corrieron al este formaron un gran río que atravesaba el valle de Uco.
No estaba en el espíritu de ese río ( el Tunuyán )que su travesía terminara ahí ¡No! Su desafío con el inmenso territorio (Argentina) era que su aventura lo atravesara y así cumplir su destino. ¿cuál era ese destino?... pues nada menos que unir a dos gigantes con su camino de plata; ellos eran los océanos Pacífico y Atlántico.
Cómo consiguió tal empresa está expresado en la siguiente leyenda. Su épica cruzada comienza en su origen fruto de la humedad proveniente del Pacifico que hecha nieve y glaciar lo hacen nacer y descender desde el límite guayquerías tunuyanino hacia otros departamentos del este llegando hasta el hermano Río Desaguadero con el que sigue al sur, el Río Salado los “ esperaba” (dicho así porque hoy permanece seco la mayor parte del año, no en esas épocas en que no existían los embalses y regadíos mendocinos) con él cruzaban La Pampa y desembocaban en el turbulento Río Colorado en la cabecera de la Patagonia.
El rumbo giraba allí al este ( o naciente)costeando el Alto Valle de Rio Negro y Viedma su capital, para entrar en suelo bonaerense volcándose en brazos del Atlántico, en la Bahía Blanca, la costa anhelada.
Así el Tunuyán cumplía con el desafío, asociado a otros hermanos ríos y uniendo en ese recorrido las tórridas tierras cordilleranas con las húmedas playas que eran su meta, la misión que retorno tras retorno solo cumplen los líderes de siempre.
Al fin de esta proeza el continente dio por ganado el desafío y coronó al campeón premiando la gesta del Gran Lider ( el Río Tunuyán).
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